Las comidas eran ceremonias en esa época.
El invitar a comer a alguien era un acto importante que al comensal lo situaba a una escala social similar. Claro que cuando no se quería dar esta impresión siempre se podía colocar al invitado lejos de la mesa central.
El invitar a comer a alguien era un acto importante que al comensal lo situaba a una escala social similar. Claro que cuando no se quería dar esta impresión siempre se podía colocar al invitado lejos de la mesa central.
Dado este nivel de importancia para las comidas,
especialmente la cena, era muy importante saber cómo comer apropiadamente. En
aquella época se comía en sofás, con las personas recostadas sobre ellos
generalmente compartiéndolos. Recién acostados a los invitados se les lavaba
los pies.
Claro que no todas las cenas eran así, las sencillas o informales podían comerse sentados sobre el sofá, y en las más modestas de todo se solía comer parado, sentado o de cuchillas.
Claro que no todas las cenas eran así, las sencillas o informales podían comerse sentados sobre el sofá, y en las más modestas de todo se solía comer parado, sentado o de cuchillas.
En los sofás uno se reclinaba sobre el codo izquierdo y
comía con la mano derecha, el huésped debía saber cómo hacerlo sin mancharse la
ropa con la salsa, ni aplastar la ropa de un compañero de sofá con los pies.
Del anfitrión se esperaba que pusiera sirvientes para encargarse de levantar la
mesa, barrer el piso, acercar agua a los invitados para lavarse las manos y que
sirvieran el vino. Esto podía ser un poco complicado con invitados judíos que
rehusaban el vino por cuestiones religiosas al considerarlo que solo estaba dedicado
a su dios.
A diferencia de hoy en día, la cena estaba divida en 2
partes, la comida, llamada depno y
algo parecido a una sobre mesa, donde se bebía y había entretenimientos como
danzas, música, dramas y juegos tradicionales que era conocido con el nombre de
symposium.
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